miércoles, 18 de diciembre de 2013

EL FRUTO PROHIBIDO

Hola a todos.
Hoy, me gustaría compartir con vosotros este pequeño relato que escribí hace bastante tiempo que tiene como protagonistas principales a dos personajes de Con el corazón roto. 
Se tratan de Ethan Beckham, hermano mayor de Freddie y hermanastro de Olivia, y Lucía Parrado, la joven de la que se enamora.
Ethan es un joven estadounidense pobre y bastardo. Lucía, en cambio, es la hija de un próspero terrateniente mexicano. Su amor es imposible. ¿O no lo es?
¡Vamos a descubrirlo!
Su historia está más desarrollada en la novela. Aquí sólo puedo dar unas pequeñas pistas acerca de por dónde irán los tiros, como se suele decir.

SAN EZEQUIEL, REPÚBLICA DE TEXAS, DURANTE LA DÉCADA DE 1840

                  Estoy jodido, pensaba Ethan Beckham. 
                  Había cometido un terrible error al enamorarse de una joven con la que jamás podría estar. 
                  Lucía Parrado era poco menos que un imposible para él. La hija de un próspero terrateniente jamás se fijaría en alguien como él, que era un don nadie. El hijo ilegítimo de un ranchero que era más bien mediocre. A menudo, se sorprendía así mismo yendo a caballo hasta el rancho de los Parrado. Se conformaba con ver a Lucía desde la distancia. 
                  Sean O' Hara, el padre de Ethan, había engañado a su esposa Sarah con la madre de Ethan y de Freddie, Dawn Beckham. Con ella, había tenido dos hijos al margen de su familia legítima. Sean se justificaba así mismo diciéndose que no había nacido para estar casado con una sola mujer. Sean era natural de Dublín, pero había viajado mucho por el mundo. Había estado trabajando como camarero en un conocido salón de baile. Su sueño era viajar a Estados Unidos. Creía que se haría fácilmente rico en aquel lugar. Un país nuevo...Casi por descubrir. 
                   Todo cambió cuando conoció a Sarah. Y ella se enamoró perdidamente de él. 
                   Sean nunca fue un marido infiel. Se sintió atraído por Dawn. Eso era algo que nunca negó. La buscó. Y acabó teniéndola entre sus brazos. En el pueblo, se decía que Dawn no había sido la única amante que Sean había tenido. Era conocida porque le había dado dos hijos. Pero no había sido la única mujer de su vida. Sarah tuvo que compartir a su marido con otras mujeres desde que se casaron. Había cerrado los ojos demasiadas veces. Sin embargo, llegó un momento en el que no pudo más. Se rumoreaba en el pueblo que el bebé que Sarah había abortado, un aborto que le costó la vida, no era de Sean. Era de otro hombre. 
                     A veces, Ethan se encontraba con la bella Lucía cuando ésta estaba montando a caballo. Ella le saludaba. Ethan creía que lo saludaba sólo porque debía de ser amable con él. 
                      Debía de hacer algo para sacarse a Lucía de la cabeza. La joven se relacionaba con otras jóvenes de familias pudientes que vivían en el pueblo. Viajaba mucho a Alameda a visitar a la modista de la ciudad. Era una mujer famosa por sus diseños exclusivos. A Lucía le gustaba mucho vestir a la moda y era algo coqueta y caprichosa. 
                  A pesar de las diferencias que las separaban, Lucía era íntima amiga de las hermanas Wallace. Las visitaba con mucha frecuencia a su rancho, La Rabia. 
                   Se llevaban muy bien. 
                   Lucía era una joven inteligente y alegre. Poseía un largo cabello de color oscuro. Y sus ojos eran de color azul oscuro. No se consideraba así misma una beldad, comparada con las hermanas Wallace. Sin embargo, Ethan estaba al tanto de los caballeros que iban a visitarla al rancho de sus padres decididos a cortejarla. Unos caballeros a los que Lucía desdeñaba. 

                     Se celebró un baile en el rancho de los Wallace. Ethan decidió acudir. Aquella noche, se atrevió a acercarse a Lucía, quien permanecía sentada en una silla. Los dos permanecieron un largo rato hablando, conociéndose mejor. 
-Pensé que nunca te acercarías a mí-dijo Lucía. 
-Y yo pensé que no querías saber nada de mí-replicó Ethan. 
-¿Por qué dices eso?
-Venimos de mundos opuestos. 
-¡Pero eso no quiere decir nada! Deseaba conocerte mejor. Te noto algo aislado del resto de la gente. Y eso no es bueno. 
                  Daban cuenta cada uno de un vaso de ponche. Los violines interpretaban una animada melodía. 
Habían varias parejas bailando al son de la música que estaba sonando. 


-No te veo nunca en fiestas-observó Lucía. 
-No me gustan-se sinceró Ethan. 
                    Bailaron unas pocas piezas juntos. Y, antes de separarse, Ethan le robó, en un acto impulsivo, un beso a Lucía en los labios. 
                     A partir de aquella noche, los dos se dedicaron a buscarse. De algún modo, Lucía le había dado a entender que correspondía a los sentimientos de Ethan. ¡Y era verdad! También estaba enamorada de él. Su padre se enfadaría con ella si se lo contaba. Su madre sufriría un ataque de nervios. Y ella se dedicaba a buscar a Ethan. 
                   Las hermanas Wallace estaban atónitas. 

                   Algunos días después, Lucía se apareció en el pequeño huerto que los Beckham tenían detrás de la casita de madera donde vivían. Ethan estaba arando la tierra junto a su hermano Freddie. El joven vio a Lucía. Y decidió alejarse para darles más intimidad. Ethan no sabía si darle las gracias o darle una patada en el trasero. Pero agradeció el poder estar a solas con Lucía. 
                  Cuando la joven llegó a su altura, le rodeó la cintura con el brazo atrayéndola hacia sí. Los dos se fundieron en un beso cargado de pasión. 
                   Lucía correspondió a aquel beso. Ethan bebió de los labios deliciosos de Lucía y pensó que nunca se saciaría de ella. La joven se apartó de él. 
-Lo que estamos haciendo es una locura-tuvo que admitir. 
-Estás en lo cierto-suspiró Ethan-Pero es demasiado tarde. Ninguno de los dos puede renunciar a lo que ha nacido entre nosotros. ¿O es que piensas que no hay nada entre nosotros? 
                   Los ojos de Lucía se clavaron en Ethan y el joven se dio cuenta de que los tenía brillantes. Unos ojos preciosos...Intensos...
-Pienso mucho en mis padres y en lo que esperan de mí-se sinceró Lucía-Pero también pienso en mí. En lo que yo siento por ti. Nunca fue mi intención el ser amable contigo. Sólo quería que te fijaras en mí-El corazón de Ethan dio un vuelco cuando escuchó hablar a la joven-Porque sólo quería una cosa. ¡Estar contigo! 
-Yo no lo sabía-admitió Ethan-Pensaba que era muy poca cosa para ti. Y sigo pensándolo. No valgo nada. Tan sólo soy el hijo ilegítimo de Sean O' Hara. Y, además, no tengo nada. Soy un gringo pobre, como diría tu padre. ¿Qué tengo yo que pueda ofrecerte? No tengo nada que ofrecerte. Y tú te lo mereces todo. Mereces algo mejor que yo. 
-¡No digas eso!-le imploró Lucía-¡Tú! ¡Eres lo único que busco! 
-Lucía...


                     Su relación transcurrió en la clandestinidad. 
                     Sólo las hermanas Wallace y Freddie estaban al tanto de la misma. Dawn sospechaba algo, pero no pudo demostrar nada. Sólo veía a Ethan más ausente y, al mismo tiempo, más alegre que de costumbre. 
                     Temía por él. Se veía así misma reflejada en su hijo. Y sabía que podía terminar mal. 

                     Una noche, Ethan y Lucía se vieron en el pequeño huerto, cuando Dawn y Freddie estaban profundamente dormidos. Ethan tenía poca experiencia con un par de chicas del saloon. Y Lucía era virgen. Pero había decidido entregarse a Ethan. Lo besó muchas veces. Se abrazó a él. 
-Deseo quedarme embarazada-le confesó a Ethan. 
-¿Por qué dices eso?-inquirió el joven. 
-Si me quedo embarazada, mi padre te obligará a casarte conmigo. Y yo busco eso. 
                      Ethan no pensó en nada mientras estuvo en brazos de Lucía. 
                      La joven no sintió miedo alguno. Las manos de Ethan recorrieron el cuerpo medio desnudo de Lucía.  Ella confiaba ciegamente en él. Se besaron muchas veces. Se acariciaron mutuamente. Ethan hundió la cara en el cabello de Lucía, tan suave y tan abundante. 
                    También Ethan estaba medio desnudo. No pensó en lo que estaba haciendo. Recorrió con los labios el cuello de Lucía. 
                      Y se entregaron el uno al otro. Dos personas que se amaban en la oscuridad de la noche. 

FIN

sábado, 14 de diciembre de 2013

DESCRIPCIÓN DE ESTELLE SEGÚN FREDDIE

Hola a todos.
Hoy, me gustaría subir aquí un trocito de Mía Stella. 
En este trozo, vemos cómo Estelle aparece ante los ojos de Freddie.
Espero que os guste.

                          Estelle era una joven que Freddie calculó que debía de ser algo menor que él. Le recordaba a una Princesa de cuento de hadas, quizás, debido a su apariencia. Su figura era delgada. Era bajita, pero estaba bien formada. Pensó esto último contra su voluntad. Los ojos de Estelle eran de color azul claro, muy parecidos a los ojos de Olivia. Poseía un largo cabello de color rubio muy claro. Estelle le dedicó una sonrisa radiante al ser presentados.
-Es todo un placer conocerle, señor Beckham-afirmó. Le extendió la mano con gesto desenvuelto-Livie no para de hablarme de ti.
                      Freddie besó la mano de Estelle con cortesía.
-Lo mismo digo-corroboró el joven.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

LA ESTRELLA

Hola a todos.
Para no perder las buenas costumbres, aquí os traigo un nuevo fragmento de mi blog novela La estrella. 
Vamos a conocer mejor el pasado de Frederick.
Es un fragmento pequeño, pero espero que os guste.

              Frederick estaba convencido de que su hermana haría un buen matrimonio porque Olivia poseía una belleza embriagadora. Pero la joven no parecía estar dispuesta a casarse. Era un secreto a voces el origen de Frederick.
            Durante años, Frederick había sido el secreto mejor guardado de Sean O' Hara. Su hijo secreto…
            Al menos, así lo había pensado. Pero los secretos no pueden permanecer escondidos durante mucho tiempo. La verdad siempre sale a la luz antes o después. En el caso de Sean, había pecado de ingenuo si podía ocultar durante mucho tiempo la existencia de Frederick en un lugar tan pequeño como lo es la isla de Neebish. La gente se conocía allí. Se sabía acerca de la vida del prójimo. Frederick se parecía mucho a Sean. Los rumores empezaron a correr como la pólvora. En un primer momento, Sean lo negó todo. 
            Los rumores acabaron llegando a oídos de su esposa, de Sarah. La mujer no quería creer lo que estaba escuchando. No era tonta. Sabía que su marido le era infiel con otras mujeres. Su hermana Bridget intentaba abrirle los ojos. Pero Sarah se negaba a creérselo. Se había casado con Sean perdidamente enamorada de él. 
             Sean la amaba a su manera. Poco a poco, el amor que sentía Sarah por su marido se esfumó. Sean le había causado demasiado daño. El saber que era padre de un hijo nacido fuera del matrimonio fue la gota que colmó el vaso. Permaneció a su lado por Olivia. 
              Sean no pudo negárselo a Sarah cuando ésta se lo preguntó. No podía seguir mintiéndole. 
            La madre del joven era una actriz de teatro. Trabajaba en una compañía que hacía espectáculos a bordo de un barco de vapor. Ya tenía treinta años y había tenido otros amantes cuando nació su hijo. Sean O' Hara la conoció tiempo atrás. No dudó en conquistarla. No estaba enamorado de ella, pero la deseaba. Se convirtieron en amantes. Por aquel entonces, Sean estaba casado con la madre de Olivia, Sarah. Su amante se quedó embarazada. Frederick se desentendió de la criatura. Un hombre, amigo suyo, y su mujer acogieron a la ex amante de Frederick en su casa. Ésta murió al dar a luz a su hijo. Decidieron adoptarlo y criarlo como hijo suyo.
            Sean intentó mantener en secreto la existencia de Frederick. Pero fue su amigo el que le obligó a que conociera a su hijo. 
                Sean pensaba que había cometido un terrible error al liarse con la madre de Frederick. Su matrimonio con Sarah se acabó cuando ella se enteró de la existencia de su hijo ilegítimo. 
                  Olivia supo a una edad muy temprana que tenía un hermano menor. Nunca entendió el porqué Frederick no vivía con ellos. Ni tampoco el porqué no llevaba su apellido.

lunes, 2 de diciembre de 2013

LA ESTRELLA

Hola a todos.
¿Os acordáis de mi blog novela La estrella? La que estoy subiendo a este blog. No creáis que me he olvidado de ella, después de tanto tiempo sin subir ningún fragmento.
Por eso mismo, después de haberla tenido olvidada durante mucho tiempo, subo otro fragmento de ella.
Es pequeñito, pero nos va a permitir ahondar mejor en la personalidad de Frederick y en cómo va a avanzar su relación con Hester.

                         Otro recuerdo acudió a la mente de Frederick.
                         A los pocos días de enterrar a Lorraine, acudió a visitar a Olivia a la casa de sus tíos, donde ésta vivía desde la muerte del padre de ambos. Frederick se sentía incómodo cada vez que pisaba aquella casa, dado que a los tíos de Olivia les molestaba recordar el error de Sean. 
                        Encontró a su hermana subida en la rama más alto de uno de los árboles del jardín de la casa de los Warwood. Sin dudarlo ni un segundo, Frederick trepó hasta la rama donde estaba sentada ella.
-¡Freddie!-exclamó Olivia al verle-¿Qué estás haciendo aquí?
-He venido a verte-contestó el joven-Me siento muy solo en casa. Necesitaba estar cerca de ti, Livie.
-Le diré a tía Bridget que te quedas a cenar con nosotros.
-No, gracias. Lo último que quiero es molestar. No le caigo muy bien a tu tía que digamos. Y lo entiendo. No olvida que soy el hijo ilegítimo de tu padre. El fruto de una infidelidad hacia su hermana...Eran dos mujeres distintas, Livie. Tu madre y tu tía...Pero se querían mucho. No quiero molestarla con mi presencia.
-¡Pero si no eres una molestia! Al contrario, Freddie. Te sientes solo. Y tienes que apoyarte en la gente que más te quiere. En tu familia...
-Tú eres la única familia que me queda.
-Pues con más razón para que te quedes con nosotros a cenar.
-Eres muy amable, Livie. Pero no puedo. Lo siento.
                   Desde donde estaba subido, Frederick vio pasar algo. Como una especie de destello blanco... Casi no le dio tiempo de percatarse si se trataba de un ser humano o del producto de su imaginación. Oyó una voz femenina y joven. Llevaba tanto tiempo encerrado en su dolor que no se había fijado en Hester. La niña que siempre había estado a su lado.
-Lo que no quiero es que caigas enfermo-afirmó Olivia-La tristeza es la peor de las compañías. Estar solo en estos momentos no es bueno para ti. Le he dicho al tío Josiah que deberías quedarte una temporada con nosotros. Está de acuerdo conmigo.
-Dile que se lo agradezco, pero que no puedo-le pidió Frederick-¿Has visto eso? Una cosa blanca que ha pasado por el jardín. ¿La has visto? Como un destello...
-No es un destello, tonto, es Hester.
-¿Ese destello era Hester?
-Sí...
-Todos los días me pregunta por ti. No quieres ver a nadie. Y está enfadada contigo. Porque ha ido a tu casa a verte y no le has abierto la puerta. Mi prima Hester te quiere mucho. Además, va camino de convertirse en una jovencita encantadora. Mi tío tendrá que empezar a espantar moscones antes o después. A mí me pasó lo mismo cuando tenía su edad. Claro que yo sabía defenderme.
-Yo...Lamento mucho cómo me he portado con Hester. Le pediré perdón cuando la vea. Pero...No me sentía con ganas de ver a nadie. Espero que lo entienda.
-Te quiere mucho, Freddie. Lo entenderá.
                      Frederick no podía ocultar lo que era. Era el hijo ilegítimo de Sean, el padre de Olivia. Nació cuando ya estaba casado con la madre de Olivia. Bridget lo soportaba en su casa por respeto a su sobrina. Pero no sabía qué debía de sentir por aquel chico. En cambio, Olivia lo quería muchísimo. Estaba preocupada por él porque sabía que la muerte de Lorraine le había destrozado.

jueves, 14 de noviembre de 2013

¡OTRO PREMIO MÁS PARA ESTE BLOG!

Hola a todos.
Estoy muy contenta.
El motivo es por partida doble. ¡Le han dado un premio a este blog! Bueno, en realidad, se trata del mismo premio. Pero eso no importa.
Me lo ha concedido María Esther Borrero, la administradora del blog "Anescris".
¡Muchísimas gracias por haber pensado en mí, amiga!

El premio es éste:


¡Es precioso!

Como todo premio que se precie, tengo que responder a las preguntas que vienen a continuación.

1-¿Cómo y por qué se te ocurrió escribir un blog? Quería tener un sitio en el que poder subir todo lo que escribía y todo lo que pasaba por mi mente. De modo que decidí crear un blog.
2-¿Lo ves como una posible forma de ganarte la vida o es sólo una afición más sin pretensiones? A la larga, me gustaría publicar una novela, ya sea autopublicada o en una editorial convencional. De momento, mientras deshojo la margarita, es mi afición favorita y con la que más me divierto.
3-¿En qué te basas para empezar a leer un libro? En el argumento. Si me pica la curiosidad, empiezo a leerlo. Lo malo es que puedo empezar con muchas pretensiones y, después, llevarme un gran chasco.
4-¿Tienes alguna preferencia de género: misterio, terror, romántica...? La novela romántica histórica me pierde.
5-¿Cuál es el último libro que has leído? ¿Lo recomiendas? Estoy leyendo Un año y un día, de Virginia Henley. No termina de convencerme. No lo recomiendo.
6-¿En qué "vicio" no te mides nunca (moda, libros, viajes...)? Ahora mismo, me recorto mucho a la hora de gastar el dinero.
7-Último lugar que visitaste y pensaste: Este lugar aparece en un libro que leí. El Monte Sancti Spiritu, en mi ciudad, La Unión. Estuve de excursión allí hace algún tiempo. Decidí visitarlo después de leer la novela Al oeste del Sancti Spiritu. Describe cómo era la vida del minero a mediados del siglo XIX, a través de las desventuras de su protagonista.
8-¿En qué momento del día sacas más tiempo para leer? Por la tarde o por la noche.
9-¿Con qué personaje de libro te has sentido más identificado? De momento, con ninguno.
10-¿Cuál es tu libro de cabecera? Olivia y Jai, de Rebecca Ryman.
11-¿Y el que nunca recomendarías ni a tu peor enemigo? He leído algunos libros horribles, pero hay uno que preferiría olvidar. Amores turbulentos, de Rebecca Brandewyne. ¡Una porquería total!

Y, ahora, me toca nominar a once blogs que tengan menos de 200 seguidores.
Los nominados son:

http://dejamecontarpalabras.blogspot.com.es/
http://unpuenteyunapared.blogspot.com.es/
http://elclubdelasescritorasdelaplumaazul.blogspot.com.es/
http://coni-baby.blogspot.com.es/
http://elika-rodeada-de-pinguinos.blogspot.com.es/
http://elizabeth-bowman.blogspot.com.es/
http://imaginandoromantica.blogspot.com.es/
http://labrujafeliz.blogspot.com.es/
http://unadamaausteniana.blogspot.com.es/
http://mariabordercuentos.blogspot.com.es/
http://retratodeunasesino.blogspot.com.es/

Las once preguntas que he de formular son las que vienen de la entrada de mi blog "Un blog de época" sobre este premio.

1-¿Cuál es el libro que más te ha marcado?
2-¿Cuál es el libro que menos te ha gustado?
3-¿Crees que el libro electrónico acabará sustituyendo al libro en papel?
4-¿Qué género prefieres a la hora de leer o de escribir?
5-¿Cuál es tu autor favorito?
6-¿Cuál es el autor que menos te ha gustado?
7-¿Qué es lo que le pides a un libro?
8-¿Qué opinas de la autopublicación?
9-¿Qué opinas de las descargas de libros?
10-¿La crisis es un factor determinante a la hora de comprar un libro?
11-¿Cuál es el último libro que has leído?

Y eso es todo.
Me voy a darle la buena noticia a los nominados.

sábado, 9 de noviembre de 2013

FRAGMENTO ADELANTADO DE "LA ESTRELLA"

Hola a todos.
Ya sé que hoy es sábado. Pero me gustaría adelantar a hoy el fragmento correspondiente de mi relato La estrella. 
Vamos a conocer un poco la relación que mantuvo Frederick con su difunta esposa Lorraine. Veremos cómo la relación no era nada idílica.

                         Frederick había sido un buen amigo de Lorraine Fuller desde que los dos eran pequeños. Lorraine era la menor de los tres hijos de un adinerado hombre de negocios de la isla de Neebish. Además, era su única hija, ya que los dos hijos eran varones.
                        Sin embargo, Frederick tenía una extraña sensación. Parecía que Lorraine le trataba más como si fuera su mascota que como si fuera un amigo. Pasaban mucho tiempo juntos. Aquella amistad desagradaba mucho al padre de Lorraine. Estaba al tanto del origen de Frederick. Creía que estaba enamorado de su hija. En el fondo, Frederick se sentía muy atraído hacia Lorraine.
                        Pero aquel sentimiento no encontró respuesta alguna en la joven. Ella le besaba con cariño en la mejilla. Le gustaba hablar con él. Pero no le amaba.
                         Lorraine se enamoró perdidamente de un tahúr. Se hacía llamar Dan, pero, a lo mejor, ni ése era su verdadero nombre. Frederick se enteró de que Lorraine estaba enamorada de otro hombre.
                         Cuando lo supo, se guardó su dolor para sí. No se lo contó a Olivia. Ni siquiera se lo contó a Hester. Lorraine estaba tan enamorada de Dan que estaba dispuesta a huir con él. Sin embargo, no tuvo tiempo de hacer realidad sus planes. Era cierto que se veía a escondidas con él. Por lo menos, no cometió la locura de abandonarse a los brazos de Dan.
                      La noche en la que Lorraine iba a fugarse con Dan, fueron sorprendidos por el señor Fuller. Lorraine y Dan acababan de encontrarse en el embarcadero y se estaban dando un beso largo y prolongado cuando apareció el señor Fuller.
-¡Aléjate de él!-le ordenó a su hija.
                       La pareja se sobresaltó al escuchar aquella voz. Lorraine se giró y se encontró con el rostro encendido de su padre. Supo que todo había acabado.



-¡Vamos a fugarnos!-afirmó Lorraine, con decisión-¡Lo amo, padre!
-Esto es un error-dijo Dan-No quería meterte en un lío. Perdóname.
-¿Qué es lo que me quieres decir?
                     Había una nota de terror en la voz de Lorraine al hablar.
-Adiós...-dijo Dan.
-¡Dan!-exclamó Lorraine-¿Adónde vas? ¡Dan!
                   El señor Fuller aprovechó la ocasión para llevarse a rastras a Lorraine de allí.
                   La encerró en su habitación.
                   Lorraine permaneció días allí encerrada.
                   Estuvo a punto de volverse loca. Pensaba que Dan iría a buscarla. Pero los días fueron pasando y Dan no aparecía. La joven odió con toda su alma a su padre. Creía que él había tenido la culpa de lo ocurrido. De algún modo, había convencido a Dan de que debía de abandonarla. Lorraine no paraba de llorar. No volvió a ver a su amado nunca más.
                  Decidió que debía de vengarse de su padre. Debía de hacer algo para irritarle.
                  Entonces, se fijó en Frederick. De algún modo, siempre sospechó que Lorraine accedió a casarse con él sólo para vengarse de su padre por haberla alejado de Dan. Con el paso del tiempo, Frederick se fue enamorando de Lorraine. O sólo la quiso porque ella se había portado bien siempre con él.
                    Aún estando lejos, con el paso de los años, Frederick se dio cuenta de una cosa.
                   Su matrimonio había sido un completo fracaso. Siempre se arrepentiría de haberse casado con Lorraine. Aunque le costaba trabajo admitirlo.

domingo, 3 de noviembre de 2013

LUCÍA PARRADO

Hola a todos.
Acabo de regresar de Cartagena.
Es una ciudad realmente preciosa, con mucha historia. La Cartago Nova de Aníbal...Tenemos una bellísima Muralla del Mar, que data del siglo XVIII. Y está la Alameda de San Antón. Si cierras los ojos, puedes imaginarte a ti mismo en la Alameda vestido de época.
Como es un poco temprano, aprovecho para hacer una nueva entrada en este blog.
Vamos hoy a conocer a otro personaje de Con el corazón roto. Si os habéis fijado, hay personajes de esta novela que no aparecen en La estrella, como es el caso de los otros hermanos de Olivia, Ethan, Dillon y Tyler.
El personaje que os voy a presentar tampoco aparece en la historia. Pero sí es un personaje muy importante en Con el corazón roto. 
Se trata de Lucía Parrado.
Lucía es una joven que pertenece a una familia adinerada. Su padre es un próspero terrateniente mexicano. El hecho de que Texas pase de ser parte de México a ser una República independiente o a consolidarse como Estado de de los Estados Unidos no afecta para nada a la familia de Lucía.
La joven es culta y amable. Lucía se enamora de Ethan Beckham, el hermano de la protagonista, de Olivia.
Sin embargo, el padre de Lucía se opone a esta relación. Ethan es gringo, es de origen humilde y, además, es bastardo. Sin embargo, Lucía es una joven decidida a luchar por poder estar al lado del hombre al que ama.
Su belleza y su carácter conquistan a Ethan. Además, los besos que Lucía le dan minan las defensas que el joven ha construido a su alrededor.
Yo me he imaginado a Lucía con el rostro de Salma Hayek en Bandidas. 
El personaje de Salma en la película es el de Sara, una joven de buena familia, muy refinada, pero con mucho carácter. Igual que Lucía...Juzgad si Sara podría ser una perfecta Lucía.

sábado, 2 de noviembre de 2013

FRAGMENTO ADELANTADO DE "LA ESTRELLA"

Hola a todos.
Mañana, lo más probable es que esté todo el día fuera. De modo, que no haré ninguna entrada en ninguno de mis blogs.
Por eso, he decidido adelantar para hoy el fragmento que pensaba publicar mañana de mi relato La estrella. 
Pido perdón porque es algo más corto que de costumbre.
La guerra ha terminado. Pero no hay noticias de los dos hombres que aman Hester y Olivia: Frederick y Jack.

                             Ya había pasado una semana desde que se supo el final de la guerra. Sin embargo, no llegaban a la isla noticias acerca de los soldados que estaban combatiendo. Olivia y Hester luchaban contra la angustia que se estaba apoderando de ellas. No sabían nada acerca de Jack y Frederick. Las dos jóvenes estaban sentadas a la orilla. El agua del río Saint Mary estaba limpia y clara. Reinaba una curiosa paz en el lugar.
                           Es un mal presagio, pensó Hester. Le ha pasado algo horrible a Freddie. O no...Podría no querer volver. Y lo entendería.
-Jack es un hombre fuerte-afirmó Olivia.
-¿Crees que volverán?-inquirió Hester.
-Tienen a sus familias aquí. Creo que Jack podría regresar. Sus hermanos viven aquí. No los va a dejar.
-¿Y qué pasa con Freddie? ¿Piensas que volverá?
-Yo deseo de corazón que vuelva.
-Pero esta isla está llena de recuerdos de Lorraine. Tu hermano no ha superado todavía su muerte. Se fue porque vivir aquí le estaba matando por dentro. Perdió a su mujer. Perdió al niño que iban a tener.
                        La voz de Hester se truncó.
                      Olivia sospechaba que los sentimientos que albergaba su prima hacia Frederick iban más allá de la amistad. Comparó su relación con la relación que ella mantenía con Jack.
-Cuando Jack regrese, nos casaremos-auguró Olivia.
-¿De verdad crees que Jack te pedirá que te cases con él?-se extrañó Hester.
-La guerra cambia a las personas, mi querida prima. Jack no es ninguna excepción.



-¿En serio lo crees? ¿De verdad lo piensas?
                         Olivia sonrió.
-En el fondo, Jack me ama-le confió a Hester-Lo que pasa es que nunca me lo ha querido decir. Siempre ha estado en contra del matrimonio. Pero, cuando regrese del frente, lo primero que hará es pedirme que me case con él.
                          Hester tenía sus dudas al respecto. Olivia estaba demasiado confiada en que Jack le pediría en matrimonio nada más llegar.
                          Pero Jack Mackenzie era un espíritu libre. No quería atarse a nadie. Olivia iba a sufrir mucho por culpa de él. Pero Hester sabía lo que era sufrir por un amor no correspondido. Compadecía a su prima.
-Mi madre tiene que estar preocupada al ver que no venimos-comentó Hester.
-Quedémonos aquí un rato más-le propuso Olivia-Hace una tarde preciosa. ¡Fíjate! La paz del país se refleja en el río.
                        Se echó a reír. Le hacía gracia su propio comentario.
                        Hester no veía la gracia por ningún sitio. Jack regresaría y Olivia sufriría al ver que él seguía jugando con sus sentimientos. Y sólo Dios sabía lo que haría Frederick. ¿Volvería? ¿Se iría lejos?


viernes, 25 de octubre de 2013

FRAGMENTO ADELANTADO DE "LA ESTRELLA"

Hola a todos.
Se supone que este domingo empezaría a subir de manera semanal La estrella. 
Sin embargo, me voy a pasar el domingo fuera y, donde voy, no hay conexión a Internet. Por ese motivo, he decidido adelantar el fragmento a hoy.
Y seguimos conociendo a Frederick y a Hester.

-Te confieso que tengo miedo-le contó Olivia a Hester-Pienso que ha pasado algo. ¿Y si la guerra aún no ha terminado?
                      Hablaban en susurros. Josiah estaba leyendo en voz alta. Estaba leyendo un fragmento de La cabaña del tío Tom, de Harriet Beecher Stowe. Pero Olivia no podía centrarse en la lectura. Hester sabía que su prima estaba pensando en Frederick. Pero también estaba pensando en Jack.
-¡Niñas!-las regañó Bridget-Prestad atención.
-Discúlpame, tía-se excusó Olivia-Pero estaba distraída.
-¡Eso se nota!-sonrió Josiah-Debéis de estar contentas. La guerra ha terminado.
-No lo sé.
-¿Qué estás diciendo, criatura?
-Temo por mi hermano, tío Josh. Aún no ha vuelto a casa. No sabemos nada de él. Y yo...¡Tengo mucho miedo!
-Estoy segura de que tu hermano estará bien-le aseguró Bridget-Entiendo lo que sientes. Aunque me sepa mal, ese muchacho es tu hermano. Y es tu deber quererlo. Después de todo, no tiene la culpa de lo que pasó, Olivia. Fue vuestro padre el que obró mal al engañar a tu madre con otra mujer. Frederick y tú tenéis que soportar las consecuencias de sus actos.
                    Josiah retomó la lectura.
-¿Estás bien, prima?-le preguntó Hester a Olivia.
-Sí...-respondió la joven.
                     Hester guardó silencio. También ella estaba muy preocupada por Frederick.
                     La guerra había terminado. ¿Dónde se había metido? Estaba convencida de que no tardaría mucho en llegar a casa.
                     Un pensamiento pasó por su mente. ¿Y si le había pasado algo? ¿Y si estaba muerto? A lo mejor, le habían hecho prisionero los sudistas. ¿Por qué no les habían contado lo que le pasaba? Hester se dijo así misma que tenía que tranquilizarse.



                     Freddie volverá a casa, pensó Hester. Y ella deseaba haber enterrado el amor que sentía por él para entonces.

                        Debía de tener fiebre.
                        Frederick estaba soñando con una jovencita de aspecto angelical. 
                        Ella crecería…Se haría mayor…Era una criatura…Y él era un monstruo…
-¿Estás despierto, Beckham?-le preguntó una voz masculina y conocida que le sacó de su sueño. 
                         Era Jack. 
-Estaba soñando-respondió Frederick. 
                        No podía sentarse en la cama. Aún se sentía débil y dolorido. Jack estaba de pie junto a él. Le miraba de manera un tanto socarrona. 
-Y estabas soñando con una mujer, por lo que veo-sonrió Jack. 
-Estaría soñando con Lorraine-dijo Frederick. 
-No era el nombre de Lorraine el que pronunciabas en tu sueño. Era otro nombre. No lo entendí bien. Estabas llamándola. 
-¿Y a quién estaba llamando? Jack, me está costando mucho trabajo superar la pérdida de Lorraine. No puedo andar en amores con otra mujer. Además...Aún estamos en guerra. 
                      Frederick recordó lo feliz que se sintió cuando supo que Lorraine y él iban a ser padres. El parto de su esposa fue largo y difícil. Y el médico no pudo hacer nada por salvarle la vida. Ni a ella...Ni tampoco al bebé...Un hijo, pensó Frederick. De estar vivo, su hijo estaría correteando. Le buscaría. Querría jugar con él. 
                     


                     Recordó la última vez que estuvo en Neebish.
                     Se hospedó en casa de los tíos de Olivia. Frederick era consciente de lo tenso de la situación. Nadie podía olvidar que era el resultado de una infidelidad.
                     Pero allí estaba Hester. Ella siempre estaba intentando hacerle reír. Le volvía loco con sus bromas. No paraba de hablarle de todo lo que hacía a lo largo del día. Intentaba distraerle con sus cotilleos. -¿No sabes hacer otra cosa que no sea hablar de los demás?-le preguntó en una ocasión.
                  Estaban en el salón. Frederick estaba intentando leer un libro sentado en el sillón. Hester entró en el salón y se sentó a su lado, encima del brazo del sillón.
-Hablar de los demás es mucho más divertido-respondió Hester-Además, yo me entero de todo lo que pasa en esta isla.
-¡No lo dudo!-exclamó Frederick.
-Deberías salir más. Te pasas todo el día aquí encerrado. Sin hacer nada.
                      Una sonrisa cansada se dibujó en los labios del joven. Cogió la mano de Hester.
-Lo que deberías de hacer es salir y divertirte-le exhortó. Se llevó la mano de la chica a los labios-En lugar de estar aquí preocupándote por mí.
-Eres casi como mi primo-afirmó Hester-Livie es mi prima. Y tú eres su hermano. Siempre has sido como un hermano mayor para mí. Te quiero mucho.
                       Al acabar de hablar, Hester besó a Frederick en la mejilla.
                       La alegría que desprendía Hester era contagiosa. Animaba a Frederick a seguir luchando cuando lo que quería era estar muerto. Jack parecía compartir la misma opinión que Hester. Estaba vivo.
                       Y llegó el día de la despedida. Una barca le estaba esperando y toda la familia acudió al embarcadero a despedirse de Frederick. Hester llevaba puesto un sencillo vestido de color blanco y llevaba suelto su cabello. Llevaba puesto un bonito vestido de color blanco. Encima del vestido, llevaba puesto un delantal del mismo color. 
                      Frederick abrazó a Olivia. 
-Ten mucho cuidado-le exhortó su hermana. 
-Volveré antes de que te des cuenta-le prometió Frederick. 
-Cuídate. 
                       Entonces, el joven se fijó en Hester. 
-¿Volverás?-le preguntó la chica. 
-Por supuesto...-respondió Frederick-Voy a volver. 
-No lo creo. 
-No lo pongas en duda. 
                         Frederick besó a Hester en la mejilla. Pero, en un momento dado, la chica rodeó su cuello con los brazos, lo acercó a ella y lo besó con fuerza en la boca. Acto seguido, salió corriendo mientras ahogaba un sollozo. Frederick no entendió nada de lo que estaba pasando. 
                       Soñaba con ella…
                       Con Hester... 

martes, 22 de octubre de 2013

LA ESTRELLA

Hola a todos. 
Ya sé que no es domingo. Pero he decidido subir este fragmento de mi relato La estrella. 
Este fragmento está más centrado en el personaje de Olivia, la prima de nuestra protagonista. 
¡Vamos a conocerla un poco mejor! 

                  Cuando murió su madre, Olivia tenía doce años; su padre estaba arruinado ya que un incendio fortuito quemó la granja en la que vivían en las afueras de Bisbee y mató a todos los animales. El hombre no sabía hacer nada. Su vida se había limitado a cavar agujeros para encontrar oro. Su esposa era la que traía el sustento a casa. El hombre vivió a costa de su mujer hasta la muerte de ésta, pero, en cambio, el padre de Olivia tenía buena mano a la hora de jugar a las cartas, por lo que se convirtió en un experto tahúr cuando se vio en la miseria. Durante los siete años siguientes, Olivia acompañó a su padre de taberna en taberna y aprendió distintos trucos a la hora de hacer trampas en las cartas y a salir huyendo cuando eran sorprendidos.
               Olivia viajaba de un lado para otro en compañía de su padre. Éste no sólo se dedicaba a las cartas. También se dedicaba a seducir mujeres.
                Su esposa había muerto a consecuencia de un aborto. Pero había quién decía que la pena la había matado. Había querido mucho a su marido. Y le dolía saber que él la engañaba con otras mujeres. Habría querido ser fuerte para poder abandonarle. Pero no podía. 
                Olivia sabía que tenía un hermano menor, Frederick. Era fruto de uno de los romances extraconyugales que había tenido su padre. 
                Éste no había querido reconocerlo. Pero Frederick se parecía mucho a él. Al llegar a la adolescencia, Olivia estaba desencantada con su padre. 
                  Lo había admirado mucho en la niñez. Pero se daba cuenta de que no era nada fiable. 
           Olivia sabía que su madre procedía de una familia rica de la isla de Neebish y que se había escapado con su padre, que trabajaba como criado en la mansión familiar, porque los dos estaban muy enamorados. No obstante, Olivia conocía a la familia de su madre. Sin embargo, el mismo día en que fue ejecutado su padre tras ser sorprendido robando en la casa del sheriff, una tía suya por parte de madre vino a buscarla al pueblo de mala muerte donde tuvo lugar la ejecución  y se la llevó consigo a la isla de Neebish para educarla y convertirla en una señorita. Por aquel entonces, Olivia se había criado como una salvaje y se comportaba como tal. Vestía pantalones como si fuera un chico y su pelo rojo estaba siempre sucio y revuelto. Hablaba bastante mal, comiéndose algunas palabras, decía muchos tacos, daba zancadas al andar y se mostraba grosera y maleducada con la gente. Durante años, la única cama que había tenido Olivia era el suelo de un establo o del camino y el techo que la cobijaba era el cielo.
               Le gustaba andar descalza para disgusto de su tía. Comía con las manos y se limpiaba la boca con el mantel. Se subía a los árboles, desafiaba a los hijos de los criados a hacer carreras y a trepar a los árboles y se peleaba a puñetazos con ellos.
              Lo que más escandalizaba a la tía de Olivia, recordó ésta, era su afición a escupir en el suelo y a eructar después de comer o mientras hablaba con alguien; su sobrina era capaz de hacer piruetas montada a caballo y de cabalgar a horcajadas sobre él, de hablar y jugar con los perros y de tratar de domesticar a un ratón o a una rata; la dejó hacer porque aún era una niña, pero las cosas empezaron a cambiar cuando Olivia sintió un fuerte dolor de vientre mientras estaba subida a un manzano del jardín y mordisqueaba sus hojas. Empezó a dar gritos de dolor y de terror cuando se fijó en que sus pantalones vaqueros estaban llenos de sangre; la falta de información sobre lo que le había pasado porque su padre no sabía nada de ese tema y su madre murió antes de poder explicárselo y el miedo que pasó porque creyó que se estaba muriendo supusieron un fuerte shock para Olivia. Uno de los criados, procurando no mirar la entrepierna del pantalón manchado de sangre de la chica, tuvo que ayudarla a bajar del manzano porque ella estaba tan aterrada que no podía moverse; sólo gritar.
             En aquel momento, salió su tía Bridget del interior de la casa. No venía sola. La acompañaba su hija Hester, cinco años menor que Olivia. 
-Estás sangrando-observó Hester. 
-¿Se puede saber por qué estás gritando?-interrogó Bridget a su sobrina. 
-¡Me muero, tía!-sollozó Olivia-Estoy sangrando. ¡Me voy a morir! 
-¿Se va a morir Olivia, mamá?-quiso saber Hester. 
           Su madre la ignoró. Se centró en la aterrorizada Olivia. No entendía nada de lo que le estaba pasando. 
            Su tía aprovechó el momento para decirle a la asustada adolescente que había llegado el momento de dejar atrás su comportamiento salvaje. Como la chica estaba tan aterrorizada por lo que había ocurrido en el manzano, obedeció dócilmente a su tía y no volvió a mostrar síntoma alguno de rebeldía ni de salvajismo.
            A partir de ese momento, comenzó la transformación de Olivia; al ser ya mujer, tenía que llevar el pelo recogido en un moño, lavado y peinado, tuvo que renunciar a los juegos que más le gustaban, pues era una señorita y las señoritas tenían que andar correctamente y relacionarse con señoritas de su edad. 
           Olivia recordó las horas que pasó con la institutriz que su tío Josiah contrató enseñándole a andar derecha, a comer con cubiertos, a usar el cubierto correcto para cada cosa…La enseñó a hablar sin comerse las palabras y a no decir palabrotas, a servir el té, a servir los aperitivos, a dirigirse con educación a la gente…Su tío Josiah, marido de Bridget y padre de Hester, buscó un profesor que la enseñó a leer y a escribir en un tiempo récord porque no sabía ninguna de las cosas. Además, tenía otros profesores que le enseñaron idiomas, Música, Filosofía, Historia, latín, Astronomía y otras asignaturas más, así como aprendió a bordar delicados manteles. A los dieciocho años, Olivia estaba despojada completamente de cualquier resto de su anterior salvajismo. Esperaba que su tía la presentara en sociedad  y poder conocer a otras jóvenes millonarias de su edad. 
                  Pero estalló la guerra. Olivia tenía veintitrés años. 
                  Tenía la sensación de que había desperdiciado su vida por culpa de la maldita guerra. Lo peor de todo era que Frederick y Jack se habían ido al frente. 
                  A los quince años, Olivia se enamoró de un joven, Jack Mackenzie, al que le gustaba mucho jugar a las cartas y beber hasta perder el sentido, como le ocurría a su padre, y pensó que había algo más entre ellos cuando le dio su primer beso; él tenía diez años más que ella, pero a Sheridan no le importó porque era apuesto y simpático. Nunca pasaron de los besos porque Jack la respetaba demasiado y, a decir verdad, Olivia tampoco quiso ir más allá. Aún soñaba con el beso en la frente que él le daba todas las noches antes de irse a dormir. Cuando iba a visitar a sus tíos. De no haber estallado la guerra, Olivia se habría acostado con Jack. 



-¿Cuándo va a volver Freddie?-inquirió Hester-Dicen que todavía siguen los combates. No lo entiendo. La guerra ha terminado.
-Te interesa saber dónde está mi hermano-observó Olivia-¿Por qué quieres saberlo?
-Lo conozco desde siempre. Y hace mucho que no le veo.
-Freddie volverá antes de que nos demos cuenta.
                       Las dos primas estaban dando cuenta cada una de una taza de chocolate caliente.
-Ahora, mi hermano tiene que rehacer su vida-suspiró Olivia.
                      Hester se preguntó si Frederick habría superado la muerte de Lorraine.
-A lo mejor, no vuelve a enamorarse-susurró la muchacha-Amaba mucho a Lorraine.
                       Olivia oyó hablar a Hester y supo a qué se estaba refiriendo.
-Me acuerdo de ella-dijo-Me caía bien.
                       El saber que Olivia sentía simpatía hacia su cuñada no le agradó a Hester. Lorraine había muerto dando a luz al que iba a ser el primer hijo que ella y Frederick tendrían. Lo que habría sido un día de alegría se había tornado en un día de dolor.
                        Hester no quería recordar los días que siguieron a la muerte de Lorraine y de su bebé. Frederick estuvo a punto de volverse loco por el dolor. Hester había deseado consolarle. Pero Frederick, entonces, decidió alistarse en el Ejército. Lo único que quería era alejarse del lugar donde tan feliz había sido con la mujer a la que tanto amaba. Durante aquellos cuatro años, Hester había luchado por olvidar a Frederick. Después de todo, tenía diecisiete años. Los amores de la infancia acababan olvidándose. Sin embargo, Hester sospechaba que no sería su caso.
-Vamos a cambiar de tema-le propuso a Olivia.

domingo, 20 de octubre de 2013

UNA NOTICIA RELACIONADA CON "LA ESTRELLA"

Hola a todos.
Esta entrada la hago para comunicaros una cosa. Tiene que ver con la publicación de mi blog novela La estrella. 
Es una buena noticia. De la misma manera que La viuda de la atalaya tiene su día de publicación, La estrella también tendrá su primer día de publicación.
Será los domingos. Todos los domingos, tenéis una cita con Frederick y con Hester, los protagonistas de La estrella. 
Ahora que la guerra ha terminado, ¿volverá Frederick a casa? ¿Qué va a pasar entre él y Hester?
¡Lo vamos a ir descubriendo!



Frederick y Hester os esperan cada domingo en este blog.

viernes, 18 de octubre de 2013

LA ESTRELLA

Hola a todos.
Hoy, traigo un nuevo trozo de La estrella. 
Un suceso va a revolucionar la isla de Neebish. Afectará a todos los que viven allí y, sobre todo, afectará también a Estelle y a Olivia.
¡Vamos a ver de qué se trata!

                             Estelle estaba ordenando el armario de su habitación. Todos los vestidos que tenía eran blancos o de color azul pastel o verde pastel o rosa muy claro. Eran los vestidos típicos que llevaban las debutantes durante su primera temporada. Los lucía en la isla. 
                           La muchacha había recibido una educación esmerada, acorde con su elevada posición social. 
                           Su voz era algo aniñada. Y su francés, a pesar de los esfuerzos de su institutriz, eran penosos. 
                           Aún así, sería la perfecta esposa florero. 
                           En aquel momento, Olivia entró en su habitación sin llamar. 
-Tía Bridget ha salido-le informó. 
                            Bridget era el nombre de la madre de Estelle y tía de Olivia, hermana de la difunta madre de esta última. Olivia se sentó en la cama. 
-¿Qué estás haciendo?-le preguntó a su prima. 
-No estaba haciendo nada importante-respondió Estelle cerrando el armario. 
-Tienes muchos vestidos. 
-Son vestidos que son más bien de niña. 
-Yo creo que son muy bonitos. 
-Tú puedes vestir como te dé la gana. ¡Hasta te pones pantalones! A mamá le daría un soponcio si me viera así vestida. Eres más libre que yo. 
-Te equivocas, prima. Eso no es cierto. Soy un poco más mayor que tú. Eso es todo. 
-Livie...
-Te confieso que echo de menos a mi padre. 
-¿A pesar de todo lo que hizo?
-No deja de ser mi padre. 
                          Estelle recordaba a su prima como una joven alegre y llena de vida y, ahora, se había convertido en una sombra de lo que antaño fue. Parecía un fantasma en lugar de la hermosa muchacha que Estelle recordaba. La abrazó y trató de consolarla.
-No es sólo mi padre-admitió Olivia-Es Freddie. Tengo miedo de que lo maten en combate. 
-La guerra terminará antes o después-le aseguró Estelle. 
                         Besó a su prima en su fría frente y Olivia apoyó su cabeza sobre el hombro de su prima. 



                            Olivia se había convertido en una mujer serena que no tenía nada que ver con la joven impetuosa que era cuando fue presentada en sociedad. Una joven que estaba enamorada de un imposible. Jack Mackenzie estaba luchando en el frente. Tenía fama de ser un conquistador empedernido. Y, además, Olivia estaba enamorada de él desde que era una adolescente. 
                        En su fuero interno, Olivia creía que todo cambiaría cuando Jack regresara a casa. La guerra cambiaba a la gente. Jack volvería convertido en un hombre deseoso de fundar una familia. Y, entonces, se fijaría en ella. En Olivia...Decidiría casarse con ella. Sentaría la cabeza a su lado porque Olivia siempre había estado enamorada de él. Le había esperado pacientemente. Amándole silenciosamente. 
                       Al separarse de su prima, Estelle le cogió las manos. Se las oprimió con fuerza. 
-También está Jack-observó Estelle. 
-Pareces mucho más madura que yo-sonrió Olivia con tristeza-Y tienes razón. También pienso en Jack. 
-En ocasiones, casi deseo que mi tío John esté vivo. 
-¡No digas eso! Mi padre está muerto. Una de sus amantes le contagió la sífilis. 
-No hace falta que me lo recuerdes. Se lo oí comentar a una de las criadas. Mi padre dijo que se trataba de una neumonía. Supongo que no quería contarme la verdad-Estelle observó el rostro apagado de Olivia-¡No pienses en eso!-La miró con preocupación-Freddie volverá del frente sano y salvo. Y, a lo mejor, Jack se da cuenta de que te ama. Volverá del frente también sano y salvo. Y puede que te pida que te cases con él. 
                      El rostro de Olivia se iluminó al escuchar las palabras de su prima. Estelle le dio un beso cariñoso en la mejilla. 
                    En aquel momento, se oyeron gritos en el piso de abajo. Olivia y Estelle se levantaron de un salto de la cama. Bajaron a toda prisa la escalera. 
                     Los gritos también se oían en la calle. En un momento, las dos jóvenes pensaron que los sudistas estaban cerca. O que, a lo mejor, estaban en la isla. Sin embargo, el ambiente que reinaba en el piso de abajo era de alegría. Alguien en la calle estaba tirando cohetes. 
-¿Qué está pasando?-le preguntó Estelle a una de las criadas. 
-¡Se ha acabado la guerra, señorita!-respondió la mujer con alegría. 
                      Lloraba de pura felicidad. Dos de sus hijos estaban combatiendo en el frente. 
                      Estelle no se lo terminaba de creer. Tuvo que sentarse porque las piernas se negaban a sostener el peso de su cuerpo. Después de cuatro largos años, la guerra parecía que había llegado a su fin. El general Grant había vencido al general Lee en la batalla de Appomattox. Los soldados confederados se habían rendido. 
-¡Prima!-exclamó Olivia-¡Qué alegría! ¡Todo ha terminado! 
 -Freddie...-susurró Estelle. 
                  Volvería a casa. Volvería a la isla. ¿Y qué iba a pasar entonces? 
                   Parecía que Olivia volvía a ser la joven alegre y llena de vida que había sido antes del estallido de la guerra. No le cabía la menor duda de que estaba pensando en Jack Mackenzie. 
                    En la calle, todo el mundo estaba celebrando el final de la guerra. Un hombre empezó a interpretar una alegre melodía con su violín. Olivia salió corriendo a la calle. En aquel momento, vio cómo sus tíos se acercaban a ella. 
-¿Qué está pasando aquí?-le preguntó su tío Josiah. 
                      Era el padre de Estelle. 
-¡Ha terminado!-exclamó Olivia, dando saltos de alegría-¡Dios mío! ¡Ha terminado! 
-¡Livie!-se asustó su tía Bridget-¿El qué ha terminado? 
                      Estelle salió a la calle. Había una expresión extraña en su cara. El matrimonio que vivía enfrente de ellos empezó a bailar al son de la música que interpretaba el violinista. 
-La guerra...-contestó la muchacha-Ha terminado la guerra. 
                    Las piernas se negaron a seguir sosteniendo el peso del cuerpo de Estelle y la chica se dejó caer al suelo sentada. De pronto, un sollozo se escapó de su garganta. 



                         Habían pasado cuatro años desde el estallido de la guerra. Cuatro años en los que había visto partir para el frente a vecinos suyos a los que conocía desde que le alcanzaba la memoria. Cuatro años en los que había vivido con miedo a un posible ataque por parte del Ejército sudista. Miedo a las cartas que llegaban. Freddie estaba en el frente. Con la guerra finalizada, Freddie regresaría a casa. Volveré a verle, pensó Estelle con el corazón lleno de alegría.

martes, 15 de octubre de 2013

LA ESTRELLA

Hola a todos.
¡Muchísimas gracias por vuestros comentarios! ¡Y muchísimas gracias también por leerme!
Me motiváis y me animáis a que siga escribiendo.
Bien, hoy vamos a ver cómo es la vida de Frederick en el frente.
¡Ojala os guste el trozo de hoy! Es bastante corto.

                        Una inmensa humareda negra le rodeaba. Le impedía respirar. Frederick no sabía por dónde pisar.
                        Se oían disparos por todas partes. Olía a pólvora aquel lugar.
                        Frederick se había acostumbrado a los olores. Olía a pólvora desde hacía mucho tiempo. Olía también a sangre derramada. Olía también a cadáveres en descomposición.
                        Tenía que caminar con cuidado para no tropezar con los cadáveres de algún soldado caído. ¿Sudista? ¿Yanqui? Nada importaba en aquellos momentos.
                        Avanzaba a ciegas en medio de aquel lugar. Ni siquiera sabía dónde estaba. Llevaba su rifle en la mano y se limitaba a disparar.
                        Disparaba de un modo casi mecánico contra todo aquel que veía que vestía el uniforme sudista. La guerra le había convertido en poco menos que en un animal. No sentía la herida que manaba de su brazo. Lo único que sabía era que debía de seguir avanzando.
                       Era como estar en mitad de una pesadilla. Veía charcos de sangre a su alrededor. Veía cadáveres de compañeros suyos que se amontonaban en el suelo. Y también veía cadáveres de soldados sudistas.
                      La sangre manaba de su brazo derecho.
                      Le dolía muchísimo.
                      De pronto, sus piernas se doblaron. Sentía que las fuerzas le estaban abandonando. La oscuridad se cernía sobre él.
                       Sus piernas se negaban a sostener el peso de su cuerpo. Frederick cayó desmayado al suelo.

 

                             Cuando Frederick se despertó, todo le daba vueltas. Estaba en el interior de una tienda de campaña. Había hombres en el interior de aquella tienda. Estaban heridos, como lo estaba él. Llevaba el brazo vendado y le habían atado un pañuelo al cuello para sujetarlo. Le dolía muchísimo el brazo.
                      Cuando se alistó en el Ejército, Frederick quería alejarse de la isla de Neebish. Había conocido en aquel lugar a Lorraine. Y también la había perdido.
-¿Cómo se encuentra, joven?-le preguntó el doctor Humphrey.
                      Era el médico que atendía a los heridos y a los que caían enfermos en el destacamento en el que estaba Frederick.
-Tengo la sensación de que he sido aplastado por un elefante-bromeó el joven-Me duele todo el cuerpo.
-Ha perdido mucha sangre-observó el doctor Humphrey-Pero no ha perdido el sentido del humor.
-No estoy muerto. No sé qué pensar.
                     Frederick había deseado morirse cuando murió Lorraine.
                     Se había alistado en el Ejército buscando la muerte.
-Beckham, he tenido el gusto de poder conocerle a fondo a lo largo del tiempo que lleva en este destacamento-dijo el doctor Humphrey-Parece que no le tiene miedo a la muerte. ¿Me equivoco?
                      Cogió una silla. Se sentó junto al camastro en el que estaba acostado Frederick.
-Parece que me conoce mejor de lo que pensaba-admitió el joven-Me casé hace algún tiempo. Pero mi matrimonio duró muy poco. Conocí la felicidad entre los brazos de mi esposa. Creí que los besos que me daba eran mi dicha. Pero...Mi mujer murió y yo deseé morirme para estar con ella.
                      La pérdida de Lorraine le seguía doliendo. Pero aquel dolor se había ido atenuando con el paso del tiempo. Lorraine había sido la mujer a la que había amado con todas sus fuerzas. Sin embargo, sentía que aquel amor tan fuerte no era tan fuerte como había creído que era. Una contradicción...
-Es normal-le aseguró el doctor Humphrey-La pérdida de un ser querido se va mitigando con el paso del tiempo. Ha tenido algo de fiebre.
-¿Sí?-inquirió Frederick.
                      El doctor Humphrey se preguntó si habría otra mujer en la vida de Frederick. El joven tenía fama de serio. No salía en busca de una prostituta, como hacían otros soldados. Llevaba una vida casi casta.
-¿He dicho algo?-inquirió Frederick.
-He mencionado a una mujer-contestó el doctor Humphrey.
                   Frederick se quedó atónito. El médico le habló de una mujer que tenía una voz delicada. Su cabello era rizado y de color rubio muy claro. Sus facciones eran delicadas. Le recordaba a una muñeca de porcelana. Era inteligente. Y muy hermosa...
-No es Lorraine-dijo Frederick-No es mi mujer. Ella...
                    Frederick sintió cómo la sangre se agolpaba en sus mejillas. Le daba vergüenza admitirlo. En su delirio, no había llamado a Lorraine, su esposa. Había llamado a Hester. La prima de su hermana Olivia...

lunes, 14 de octubre de 2013

LA ESTRELLA

Hola a todos.
Hoy, empiezo a subir el que es el primer borrador de mi novela Mía Stella, La estrella. 
Y lo hago precisamente aquí, en este blog dedicado única y exclusivamente, no sólo a Mía Stella. Está dedicado también a todos sus borradores. A los personajes que van desfilando por las páginas de esta historia. Y también de otras historias relacionadas con ella, como son Historia de dos hermanas o Con el corazón roto. 
¡Ojala disfrutéis de este relato!
Es mucho más corto que Mía Stella y sólo tiene una parte. Pero está dividido en varias partes a su vez para que no resulte pesado. Lo iré subiendo poco a poco.
¡Ojala os guste!

ISLA DE NEEBISH, EN EL RÍO SAINT MARY, MICHIGAN, 1865

 -¿Cuándo terminará la guerra?-se preguntó en voz alta Hester Warwood-Desde aquí, los tiros se oyen. Oigo los gritos de los soldados cuando caen al suelo. 
                        Estaba en el salón de su casa junto con su prima Olivia O' Hara. 
-Entiendo lo que quieres decir-admitió la joven. 
                         A ella le pasaba lo mismo. 
                         Las dos estaban sentadas en el sofá del salón de terciopelo verde. 
                        Olivia sujetaba una carta en su mano. La había recibido aquel mismo día. 
-Por lo menos, Freddie está bien-leyó Olivia. 
-Pero no dice cuándo volverá-le recordó Hester. 
                         Olivia sintió ganas de echarse a llorar. Frederick Beckham era su hermano menor. Pero no podía referirse a él como tal. Era fruto de una de las muchas aventuras extramatrimoniales que había tenido su padre. Olivia había visto cómo su madre se consumía cada vez que le llegaba la noticia de que su marido tenía una amante. La pena acabó con ella. 
                         Hasta donde Olivia sabía, Frederick era el único hermano que ella tenía. 
-No ha vuelto a ser el mismo desde que murió Lorraine-se lamentó Olivia-La quería muchísimo. 
                         Hester suspiró. 
                         Lorraine había sido la esposa de Frederick. 
                         Estuvieron casados durante muy poco tiempo. 
                         No sabía el porqué le dolía pensar en aquella mujer. 
                        Hester se había alegrado cuando Frederick y Lorraine se casaron. Al menos, eso era lo que ella había dado a entender. Luego, Lorraine murió desangrada tras sufrir un aborto. Hester había estado al lado de Frederick apoyándole y consolándole. Pero él no podía soportar estar en la isla. Todo le recordaba demasiado a Lorraine. Y decidió alistarse en el Ejército. Luchar. Y alejarse de un lugar que le recordaba demasiado a Lorraine. 


-Lo único por lo que hemos de dar gracias es porque Freddie está vivo-afirmó Olivia-No entiendo el porqué no ha vuelto todavía. Le han herido ya un par de veces. ¡Otros vuelven a casa con heridas más leves! 
                      Olivia se levantó del sofá y se puso de pie. 
                      Sujetaba con nerviosismo la carta. 
-No quiere volver-afirmó Hester con pesar. 
                      Una lágrima rodó por la mejilla de Olivia. Odiaba llorar y, sobre todo, odiaba llorar delante de Hester. Pero la angustia que sentía estaba acabando con ella. 
-Quiere morir porque piensa que así volverá a estar con Lorraine-le aseguró a su prima-La amaba con locura. Cuando ella murió, yo pensé que mi hermano moriría detrás. 
                    Aquel comentario destrozó a Hester. Ella siempre había amado a Frederick. Por supuesto, se trataba de un amor secreto. No se lo había confesado nunca a nadie. Ni siquiera se lo había confesado a Olivia. Era su secreto. Y, como tal, debía permanecer. Frederick nunca lo sabría. Era mejor así. 
-Freddie volverá-afirmó Olivia-Y volverá sano y salvo. 
-A lo mejor, no quiere volver-susurró Hester-A lo mejor, quiere morir combatiendo. 
                    Tampoco ella quería llorar delante de Olivia. 

viernes, 11 de octubre de 2013

BORRADOR DE "MÍA STELLA"

Hola a todos.
La entrada de hoy es más bien un anuncio.
Próximamente, en cuanto pueda, me gustaría empezar a subir el primer borrador que hice de Mía Stella. 
He escrito varios borradores de esta historia porque no terminaba de convencerme, con los mismos personajes, pero poniéndolos en distintos años y en distintos sitios y con distintos títulos y también con apellidos y nombres algo distintos.
Este borrador tenía el nombre provisional de La estrella. 
El argumento es el siguiente:

Frederick  se alistó en el Ejército para deseando alejarse de su lugar de origen, la isla fluvial de Neebish, donde había dejado enterrado su corazón tras la muerte de su amada esposa. Tras haber luchado en la Guerra de Secesión, Frederick ha vuelto a casa, pero su ánimo y su espíritu están rotos por todo lo que ha visto en el frente. Ni la ayuda de su hermanastra Erin le sirve para superar todo lo vivido. Sin embargo, la prima de Erin, Hester, quien ha sido su mejor amiga desde que eran pequeños, es quien se convierte en su principal apoyo en esos momentos tan duros. Poco a poco, algo va surgiendo entre ellos. Un sentimiento que va más allá de la amistad.

Es sólo subirla al ordenador. Pasarla del archivo de Word en el que está guardada aquí. Y quiero hacerlo porque va siendo hora de que este blog empiece a coger vida. Que tenga vida.
No es una historia muy buena y soy consciente de que tiene numerosos fallos. Aún así, deseo de todo corazón que disfrutéis de ella.

 Una imagen del lugar donde transcurre La estrella: la isla de Neebish, en el río Saint Mary, de Michigan. La casa no creo que pertenezca a ninguno de los personajes de esta historia.

martes, 8 de octubre de 2013

KIMBERLY MACKENZIE

Hola a todos.
Hoy, os traigo un nuevo personaje de Con el corazón roto. 
Se trata de Kimberly Mackenzie.
Kimberly es la hermana menor de Jack. Tiene treinta y tres años y está considerada por muchos como una solterona porque nunca se ha casado.
Sin embargo, ha tenido numerosas relaciones amorosas a lo largo de su vida. Todas ellas han terminado mal porque siempre se ha rodeado de hombres poco recomendables.
Cuando conoce a los O' Hara, Kimberly es una joven alegre y algo impulsiva. Los continuos desengaños amorosos y los golpes que le ha dado la vida la han hecho cambiar.
Trabaja como maestra en la escuela del pueblo. Está muy entregada a su trabajo, ya que le gusta enseñar. Cree que nunca se casará y tampoco tendrá hijos, ya que muchos la consideran, además, poco menos que una ramera, aunque no lo sea.
Quiere mucho a sus hermanos, especialmente, a Jack, y aprecia a su cuñada Danielle.
Conoce a los O' Hara desde hace mucho tiempo. Para Olivia, Kimberly es como una especie de hermana mayor. La respeta y la quiere.
Kimberly es una joven seria y tranquila. Intenta no relacionarse con los hombres, ya que ha terminado harta de ellos. Conoce a Sean desde hace muchos años y está al tanto de su terrible fama de conquistador. Con el paso del tiempo, surge una fuerte atracción entre ellos. Atracción contra la cual no saben qué hacer, pues no quieren hacerle daño a Olivia.
He imaginado a Kimberly con el rostro de Renee Zelwegger en Appaloosa. Creo que su personaje en esta película representa bien como veo yo a Kimberly. Una mujer con un pasado tormentoso que quiere llevar una vida tranquila.
Juzgad si el personaje de Renee en esta película podría ser una perfecta Kimberly.

sábado, 28 de septiembre de 2013

CONOCIENDO MÁS A FONDO A OLIVIA O' HARA

Hola a todos.
Hoy, me gustaría hablaros un poco acerca de la protagonista de Con el corazón roto. Olivia O' Hara es un personaje femenino que es muy inusual en mí. Por lo general, me gusta el prototipo de heroína más clásica, más ceñida a la sociedad de su época.
Olivia es hermosa. Es terca. Es temperamental. Desde hace mucho tiempo, se ha negado a seguir las normas que dicta la sociedad. Trabaja como peón en el rancho La Pilarita. Al mismo tiempo, ayuda en lo que puede a su padre para levantar el rancho de éste. Viste siempre con pantalones y con camisas masculinas. Para las mujeres del pequeño pueblo texano en el que vive, Olivia es toda una marimacho.
Sean, su padre, está realmente preocupado por ella porque ve que hay algo en Olivia no funciona del todo bien. Su frágil salud...
Olivia es inteligente. Es consciente de su belleza. Odia su cuerpo porque despierta los deseos de los hombres. Unos deseos que le costaron la vida a su madre. Está al tanto de lo que dicen de ella. No le importa. Incluso, en ocasiones, se pone un holgado poncho. Todo para disimular las curvas de su cuerpo. Le gusta ir vestida como un muchacho en la creencia de que mantendrá a los hombres apartados de ella. Sin embargo, a pesar de todo lo que hace, Olivia no puede resistirse cuando llega el amor. Pero la educación que ha recibido hace que se reprima cuando se enamore de un hombre que no podrá ser suyo jamás porque está casado. Jack Mackenzie...
Olivia sabe que ese amor está prohibido. Intenta resistirse a él. Su amor por él choca de manera brutal con la educación recibida. Y su salud amenaza con resquebrajarse.
Olivia sabe lo que tiene que hacer. Tiene que mantenerse alejada de Jack a toda costa. Tiene que poner cierta distancia entre ambos. Vio a su madre sufrir por culpa de las infidelidades de su padre. Y no quiere hacerle daño a la esposa de Jack, Danielle.
Se retrae. Quiere ir hacia él.
La idea de su padre de enviarla a casa de sus tíos obedece a varios motivos. Olivia tendría que haberse casado hace ya mucho tiempo. Se ha convertido en una solterona. Además, piensa en ella. Su salud está muy débil y Sean cree que el alejarla del pueblo podría ayudarla a recuperarse.
Sin embargo, Olivia no quiere irse del pueblo. Está demasiado pegada a su tierra. Hay otro motivo que la impide irse del pueblo. Jack está enamorado de ella. Ama su belleza, su carácter terco y su fuerza de voluntad.
¿Qué puede hacer Olivia?
De acuerdo, puede parecer una historia demasiado manida. Por cómo es la protagonista. Una chica que se viste igual que un chico y que trata de hacerse respetar por todos. Hasta que encuentra el amor.
Olivia es una bella mujer. No puede seguir las normas que le dicta la sociedad porque siempre ha nadado contracorriente. Su institutriz fracasó en el intento de convertirla en toda una dama. La joven no quiere cambiar de vida.
Bajo toda esa fachada, se esconde otra Olivia. Una joven que vive asustada de sí misma. Una joven que tiene miedo de amar y de ser amada. Una joven llena de miedos y de inseguridades...
¿Qué es lo que le tiene la vida reservado a Olivia? ¿Podrá ser feliz algún día?



De acuerdo...Antes imaginaba a Olivia con el rostro de Lindsay Lohan. Pero no existe ninguna foto de Lindsay Lohan vestida de época (creo que nunca ha hecho una peli de época). Así que he decidido imaginar a Olivia con el rostro de Keira Knightley en la última versión de Ana Karenina. 

jueves, 26 de septiembre de 2013

UNA IMAGEN DE ESTELLE

Hola a todos.
De acuerdo...La imagen que voy a subir no corresponde a Estelle. Pero así es como me imagino yo a la protagonista de Mía Stella. 
Rubia...Hermosa...De expresión dulce...Como la actriz que interpreta a Kitty en la última versión de Ana Karenina, Alicia Vikander.
Juzgar vosotros si Alicia (o Kitty) podrían ser una perfecta Estelle.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

CARTA DE ETHAN A FREDDIE

Hola a todos.
Hoy, quiero compartir con vosotros esta carta que no tiene nada que ver con la historia, pero creo que podría encajar bastante bien.
Se la escribe Ethan a Freddie.
¡Espero que os guste!

                         Hermano:

                        ¿Cómo estás? No sé si pasará mucho tiempo hasta que leas esta carta. Te confieso que estoy preocupado por ti. 
                        Madre, ya lo sabes, no para de trabajar. Sin embargo, yo noto que está cada vez más cansada. Se queja de que le duele la espalda. 
-¿Quieres que te ayude?-le pregunto.
-No es nada-me responde. 
                     Madre no para de trabajar en el huerto que tenemos. A menudo, me siento culpable. La he dejado sola para poder estar con Lucía. Madre me dice que tengo que hacer mi vida. Sin embargo, me duele verla enferma. Creo que está enferma. Aunque ella no lo quiere admitir. 
-Deja que yo arranque las malas hierbas-me ofrezco. 
-Lo hago yo-insiste madre-Deja. 
-Madre...
                   Nunca pensé que estaríamos tan lejos tú y yo, Freddie. A menudo, pensaba que sería yo quién se iría de este pueblo. En cambio, sigo viviendo en Streetman. Vivo con Lucía. Los dos somos felices. Su padre, poco a poco, está aprendiendo a aceptar que estemos juntos. Nuestro mayor deseo es tener hijos lo antes posible. Lucía quiere que me relacione más con los O' Hara. 
-Son tu familia-me recuerda-Sean O' Hara es tu padre. 
-Puedo llevarme bien con Dillon y con Tyler-le digo-Tengo tres sobrinos y quiero pasar tiempo con ellos. 
-¿Y qué pasa con Sean?
-Dame tiempo. Quiero dejar de pensar que es un cabrón. 
                      He construido una casa de madera. Lucía y yo vivimos en esa casa. Me encargo de construir los muebles. Estoy muy preocupado por Livie. No te lo voy a negar. Pero también estoy preocupado por ti, Freddie. La India me parece que está en otro planeta. ¡Está tan lejos! 
                     ¿Está bien mi hermana? 
                     Te confieso que voy con frecuencia a La Isaura. Me gusta pasar tiempo con mis sobrinos. Me gusta jugar con ellos. Me gusta dar paseos a caballo con mis hermanos. Lo admito, Freddie. Tú tenías razón cuando me decías que Dillon, Tyler y Olivia son mis hermanos. ¡Porque son nuestros hermanos! 
                    También hablo con nuestro padre. 
                    Paso a su pequeño despacho. 
-¿Cómo va el rancho?-le pregunto. 
-Está empezando a funcionar-me responde mi padre. 
-¿Y eso?
-Se lo debo todo a Tyler. Tiene mucha cabeza. Es más inteligente que yo. 
-¡No lo creas! 
-No tengo cabeza para los negocios. He hecho muchas cosas mal. No sólo he hecho las cosas mal en lo relacionado con los negocios. También he hecho cosas mal con relación a mi vida. Perdóname, Ethan. 
                         Kimberly, a menudo, entra en el despacho. Yo veo que hay amor entre ellos. Kimberly ha llevado la estabilidad a mi padre. 
                        Les veo besándose. Sean, nuestro padre, está muy enamorado de Kimberly. 
-Eres un ángel-le dice. 
                        Entiendo lo que nuestro padre siente por Kimberly. A mí también me pasa lo mismo con Lucía. ¿Tú sentías lo mismo por Yuma? Perdóname que te haga esta pregunta, Freddie. A veces, pienso que el amor y el cariño son dos cosas bien distintas. Sentías un gran cariño por Yuma, hermano. No te lo voy a negar. 
                   Me despido aquí de ti, hermano. Le pido a Dios que Livie se ponga bien lo antes posible. y que tú vuelvas pronto a casa. Cuídate, hermano. Y cuida de Livie. Nosotros te estaremos esperando.